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sábado, 19 de noviembre de 2016

La peligrosa domesticación de Donald Trump


LA PELIGROSA DOMESTICACIÓN DE DONALD TRUMP
¿RECUERDA CUANDO DONALD TRUMP DIJO: "SOLAMENTE YO PUEDO ARREGLAR LA SITUACIÓN?". RESULTA QUE NECESITARÁ AYUDA. ESA ES LA BUENA NOTICIA. LOS ASESORES DE TRUMP ESTÁN HACIENDO QUE EL PRESIDENTE ELECTO SE DISTANCIE DE ALGUNAS DE SUS PROMESAS MÁS EXTRAVAGANTES, COMO HACER QUE MÉXICO PAGUE EL MURO FRONTERIZO.
La razón es el equipo de Trump ya está dominado por personas que tienen los mismos intereses a los que Trump prometió poner fin. Tras haber prometido hacer una adquisición hostil, el populista ajeno a la política se ha rodeado de expertos en política. Washington está sacando la alfombra roja para Trump y no hay una segadora a la vista.
Cualquier populista que logra ser elegido se enfrenta a dos peligros. El primero es la imposibilidad de cumplir la mayoría de sus promesas. Trump es un populista que camina sobre zancos. Juró hacer América grande de nuevo, "drenar la ciénaga" de la corrupción y resucitar al obrero estadounidense olvidado. No puede satisfacer esas expectativas. El segundo es que los populistas no políticos carecen de experiencia en el gobierno. Por lo tanto, deben confiar en quienes la tienen, personas que pueden redactar leyes, elaborar reglas, emitir órdenes ejecutivas, etc. Estas son las personas que prefieren que las cosas sigan como ahora. Menos de una semana después de su sorprendente victoria, Trump ya ha reconocido ambas realidades.
Pero hay que tener cuidado con un populista asaltado por la realidad. Cuando sus partidarios se dan cuenta de que su líder carece de poderes mágicos, sufren el remordimiento del comprador, y entonces el líder debe encontrar métodos para reavivar su apoyo. En el caso de Trump, esto sería una perspectiva muy preocupante. Pero por el momento estamos en la primera fase del manual populista.
LAS REDUCCIONES DE IMPUESTOS PUEDE QUE ESTIMULEN EL CRECIMIENTO, PERO ENRIQUECERÁN A LOS ESTADOUNIDENSES MÁS RICOS SIN PROPORCIONAR MUCHO ALIVIO A LOS DEMÁS. LOS MULTIMILLONARIOS, COMO TRUMP, SERÁN LOS MAYORES GANADORES
El equipo encargado de la transición de Trump estará dirigido por Mike Pence, el vicepresidente electo y uno de los políticos con más experiencia en Washington. A Pence ya se le considera un vicepresidente poderoso -incluso un posible presidente-, similar a Dick Cheney en el primer mandato deGeorge W. Bush. Supervisará el nombramiento de los alrededor de 4.000 cargos a cubrir. Algunos de ellos, como Rudy Giuliani,Ben Carson y posiblemente Sarah Palin, encajan con la mentalidad de Trump, pero la mayoría serán personas experimentadas de Washington.
Las semillas de la reacción a Trump ya se están sembrando. Como conservador partidario del pequeño gobierno, la visión del mundo de Pence no encaja con el nacionalismo populista de Trump, y lo mismo ocurre con la mayoría de los diputados republicanos en el Congreso.
Pero sus ideas en materia fiscal sí que coinciden. Trump quiere reducir drásticamente el impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades. También quiere abolir el impuesto de sucesiones, que sólo pagan los estadounidenses más ricos. Estas son las partes de su agenda que es más probable que salgan adelante. Lo que ocurre es que incrementarán la desigualdad económica que ayudó a Trump a llegar al poder. Lo mismo haría la revocación del Obamacare, que ha proporcionado cobertura sanitaria a 20 millones de estadounidenses, otro tema en el que los republicanos y Trump están de acuerdo.
Es demasiado pronto para saber cómo serán estas leyes. Pero no harán mucho por el "estadounidense olvidado". Las reducciones de impuestos puede que estimulen el crecimiento, pero enriquecerán en gran medida a los estadounidenses más ricos sin proporcionar mucho alivio a los demás. Los multimillonarios, como Trump, serán los mayores ganadores.
Luego están los amorfos intereses comerciales de Trump. Éste es un territorio inexplorado. Trump cederá el control de su imperio a tres de sus hijos, Ivanka, Eric y Donald Junior, en los que tiene una "confianza ciega". Pero está claro que no hay nada ciego en esto. Los tres también ocupan puestos de renombre en el equipo de Pence que está nombrando los cargos para el gobierno de su padre, el cual tomará decisiones reguladoras, fiscales y legales que afectarán a los beneficios de las empresas de Trump. Esos conflictos de intereses no pasarán desapercibidos para sus oponentes. Trump ya tiene 75 demandas civiles pendientes; el primer juicio empezará dentro de dos semanas.
Si se produce una reacción pública negativa y rápida contra Trump, todo lo que haga se pondrá en duda. La rapidez con que se produzca la reacción dependerá de si Trump hablaba en serio al prometer una gran ley de infraestructuras. Si la ley es buena, podría favorecer a la clase media estadounidense. La mayoría de los republicanos se han opuesto firmemente a propuestas similares en el pasado.
También dependerá de si Trump mantiene su promesa de preservar derechos adquiridos, como Medicare y la Seguridad Social, que la mayoría de los republicanos quieren recortar. Gran parte de las personas que forman la base electoral de Trump dependen de las ayudas gubernamentales para llegar a fin de mes.
El papel de Pence de mediador con Capitol Hill será crucial. ¿Trump se someterá a la agenda conservadora ortodoxa o tratará de imponer su voluntad a Washington? Ambas cosas, dependiendo del tema. El Congreso casi seguramente aceptará un gran recorte de impuestos, pero será mucho más difícil que apruebe leyes sobre gastos. Trump está obsesionado con las encuestas. Si su nivel de popularidad baja, empezará a impacientarse y a ponerse nervioso.
El círculo íntimo de Trump también tiene otra agenda. El sábado,Marine Le Pen, la aspirante a la presidencia francesa de extrema derecha, aceptó una invitación de Stephen Bannon, el jefe de la campaña de Trump, para "trabajar juntos". Bannon, que se postula como jefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump, es un hombre radicalmente diferente de Pence: fue quien encabezó la línea dura (¿Le Penista?) de la campaña electoral de Trump.
Estados Unidos y el mundo deben estar preparados para una lucha interminable entre el Trump domesticado y su peligroso alter ego. Trump solo no puede arreglar la situación.

Fuente:

http://www.expansion.com/actualidadeconomica/analisis/2016/11/18/582ed11b268e3ef81f8b4570.html


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